martes, 8 de julio de 2008

CALMA, en nombre propio



Alguien me dijo alguna vez que los nombres propios están mágicamente seleccionados para aquella persona que los recibe por sus padres o seres queridos (y a veces no tan queridos mas tarde) al nacer.
Hace tiempo que busco cada ves que puedo el significado de los nombres propios, sus orígenes, sus historias, aunque un viejo amigo como Michelle me diría que los orígenes no existen, que todo es un devenir de emergencias y procedencias, y otro amigo Humberto, me diría que todo se resignifica, y que ni el autor es dueño de lo que realmente produce, con los nombres me pasa algo particular. No solo es ese que se yo que te agarra cuando el instinto materno reaparece y pensas en como llamarías a tus hijos, creo que va mas allá de eso.
Los nombres propios llaman mi atención continuamente, mi nombre (Jimena), significa "La que escucha", aunque a veces el egoísmo solo deje que escuche mi voz interna inevitablemente me pasa que escucho conversaciones ajenas, discursos, o lecturas efímeras que generalmente no olvido por largo rato o las suma a mi itinerario diario.
Este video, realizado por un padre enamorado de su hija (por las conclusiones que saco) tiene mucho de lo que les cuento, es su nombre el que determina hasta como sus seres queridos la miren, como perciban los demás su descanso.

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